Así comienza el libro...

El perro. Fue con él con el que empezó todo. Si no hubiera visto al perro solitario quizá no habría ocurrido nada. Nada de lo que después se convirtió en algo tan importante que cambió todo. Nada de lo que primero fue emocionante y luego espantoso. Todo empezó con el perro. El perro solitario que había visto aquella noche del invierno pasado cuando se había despertado de repente, se había levantado de la cama y se había sentado en la especie de hornacina donde estaba la ventana. Por qué se había despertado en mitad de la noche era algo que no sabía. ¿Habría soñado tal vez?

viernes, 13 de julio de 2007

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En El perro que corría hacia una estrella Joel viaja en sueños por el mundo. Sigue la ruta que recorrió su padre cuando trabajaba de marinero en un buque mercante. Los viajes soñados de Joel son una escapada de Sudsvall, un pueblo del norte de Suecia donde no hay mar alguno. Allí vive con su padre después de que su madre Jeny les haya abandonado sin dar ninguna explicación. Este hecho se convierte en una verdadera obsesión.
¿Cómo se las arregla uno para llegar a tierra en mitad de un bosque grande y
oscuro?
En realidad, ¿qué es lo que había pasado? ¿Por qué tenían que vivir
aquí, en medio de los grandes bosques oscuros, tan lejos del mar?
Todo el libro intenta responder estas preguntas. Y para ello, Joel dibuja un mapa y viaja en sus sueños desde Sudsvall a todos los puntos de Suecia: Narvik, Estocolmo, Gotemburgo. Y recorre todo el mundo: Newport News, en Estados Unidos; Middlesbrough, las islas Hébridas, Escocia, el Golfo de Vizcaya, Génova, en Europa; el río Congo, Zanzíbar, Mombasa, las isla Mauricio y la Reunión, en África; y llega hasta la India en su maravilloso recorrido.

En Las sombras crecen al atardecer se atemperan los deseos de viajar por el mundo, concentrado como está en hacer una buena obra para compensar el milagro de no morir aplastado bajo las ruedas de un autobús cuando cruzaba la calle. Así con todo, pasa muchas tardes solo en su casa, donde se pone a recortar un mapa viejo que tenía guardado y empieza una y otra vez a inventar su juego de la vuelta al mundo.
La nostalgia de Joel y las ansias de huir persisten en esta segunda entrega de los paisajes soñados de Joel.
-Al mar -continuó Joel-. Quiero que vuelvas a ser marinero y
que me lleves contigo. Quiero que nos vayamos ya.
-No hasta que no acabes la escuela -dijo Samuel-. Tal vez
entonces. Pero antes no.
-Ya he aprendido suficiente -dijo Joel-. Quiero que nos
vayamos ahora.
La tercera aventura de Joel transcurre en El niño que dormía con nieve en la cama. Aquí emprende decididamente su madurez. Se mueve entonces en un círculo mucho más corto: Svenvallen, Norrland, Brunflo, Ange, Ljusdal son ciudades que se encuentran muy cerca de Sudsvall. Está concentrado en las primeras experiencias amorosas y en cuidar a su desolado padre. Joel tiene que cuidar de sí mismo y también debe hacer de madre de Samuel. Es mucha su responsabilidad.
La muerte de Simón Tempestad acaba de sumirle en una desesperación que le lleva a anhelar nuevamente la escapada de los oscuros bosques. Sueña entonces con la isla de Pitcairn, situada en medio del Pacífico, en el otro confín del mundo:
Samuel seguiría aquí en la casa junto al río y continuaría
talando árboles en el bosque. Tal vez algún día lograse talar un camino hasta el
mar. Pero Joel no podía esperar tanto. Si quería ir a la isla Pitcairn en la
realidad tendría que apañárselas solo. Samuel podría seguir viajando en sus
sueños. Seguramente no harían nunca ese viaje juntos. Joel no podía entrar en el
sueño de Samuel y Samuel no podía viajar en la realidad.
Así eran las cosas.
De repente Joel podía verlo con absoluta claridad.
Ya no podía permitirse
seguir siendo infantil.
(pág. 152)
Consulta flickr, podrás conocer los paisajes soñados de Joel.

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Los días pueden llegar a ser monótonos en una ciudad con muchos bosques y poco sol, donde tu padre habla poco y se siente la soledad de una madre ausente. Y Joel inventa un mundo de sueños y desafíos para crecer. Pero la realidad de cada día se hace presente y, además de inventar historias, Joel tiene que asumir sus responsabilidades, sus amistades y su pasado.